Jona acerca al UCAM a la permanencia

Tras unos compases iniciales en los que ambos equipos trataron de adueñarse de la situación y tuvieron acercamientos con atisbo de peligro por parte del local Nono y el visitante Carlos David, el UCAM dominó el encuentro de forma clara y en cuatro minutos pletóricos decantó la balanza a su favor, con especial protagonismo para su delantero centro, Jona. El hispano-hondureño hizo el 1-0 en el minuto 17 después de rematar de cabeza de forma certera un centro de Vicente, un gran testarazo con el que llevó el balón cerca de la escuadra derecha del marco defendido por Herrera.

El meta del Huesca respondió acto seguido a remate de Albizua y, sin tiempo para el respiro, nuevamente Jona vio puerta, esta vez a pase de Pere Milla.

Un equipo lanzado

Los de Francisco Rodríguez estaban lanzados y el propio Jona rozó el tercer tanto de su equipo y en su cuenta particular en una primera parte en la que Brezancic y Vinícius Araújo pudieron acortar distancias, pero se encontraron con la defensa murciana y con el portero Biel Ribas.

En la reanudación, el cuadro dirigido por Juan Antonio Anquela creyó más en sus opciones de cara a la portería rival, sobre todo después de que Vinícius Araújo, acortara distancias. Un mal pase de Juande permitió a Samu Sáiz robar el balón y se lo cedió al delantero brasileño, quien hizo el 2-1 con la zaga local descolocada.

A partir de ahí el guión del partido cambió, pues el Huesca llevó más la iniciativa e inquietó con balones colgados al área, suerte en la que destacó Biel Ribas con su envergadura. El UCAM, pese a verse dominado, dispuso de las mejores ocasiones para marcar como dos acciones de Jona, ante las que reaccionó muy bien Herrera; y otra de Collantes, quien no precisó el disparo y dio lugar a la zaga a enviar el esférico a córner.

Así, con apuros y perdonando, se llegó al tramo final del choque y los puntos acabaron quedándose en casa. Los últimos minutos fueron de infarto. La tuvo Jona, la tuvo Vadillo, y con toda la medular con tarjetas, Francisco pensaba los cambios. No quería tocar un esquema que le estaba dando resultado, pero los jugadores pedían una tregua. El UCAM, más castigado, sufría y perseguía sombras, pero las sombras no consiguieron plasmar en nada más que dominio los últimos minutos del encuentro. Marcó Morillas y la afición respiró tranquila.