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Jona lanza el penalti que supuso el empate definitivo ante el Mallorca.
Mal día para echarse una siesta

Mal día para echarse una siesta

El UCAM sale dormido y solo puede llevarse un punto contra un rival directo

ANDRÉS CREMADES

Domingo, 5 de marzo 2017, 23:56

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Mal partido y mal resultado para el UCAM ante un rival directo. Los universitarios no tuvieron ayer su día y vieron que el Mallorca, sin hacer grandes alardes, se puso por delante y fue el que tuvo las oportunidades más claras para marcar, sobre todo en una primera mitad en la que los de Francisco no tiraron entre los tres palos. Menos mal que el de Almería hizo cambios tras el descanso, dando entrada a Nono y quitando a Tito. Collantes y Tekio volvieron a dar protagonismo a la banda derecha. Eso sí, no sería hasta la entrada de Natalio, cuando el equipo interpretó mejor lo que había que hacer y cómo. Basha se convirtió en los últimos minutos del encuentro en el elemento vertebrador de un equipo que encontró su recompensa en el minuto 81, gracias a un penalti de Company sobre Natalio marcado por Jona para al menos salvar un punto.

El UCAM Murcia tardó más de quince minutos en darse cuenta de que estaba en un partido de competición. Los de Francisco apenas daban dos pases seguidos y de eso se dio cuenta el Mallorca. Olaizola salio con una línea de tres centrales atrás y dos alas abiertas, esto complicó a los universitarios. Collantes, esquinado en una banda, no tenía terreno para salir, mientras que Jona se mostró apático e Iban Salvador demasiado individualista. Así, los insulares comenzaron a creer.

El Mallorca empezó a llegar y avisar de que iba en serio. Y en el minuto quince llegó el gol de los visitantes. Culio sacó un córner desde la derecha y Antonio Raíllo, solo, cabeceó al fondo de la red. De nuevo quedaba en evidencia la zaga murciana, en la que todos se quedaron mirando al central mallorquín rematar sin oposición.

Fallos en defensa

El gol cambió diametralmente el panorama. El Mallorca se echó descaradamente atrás y el UCAM tuvo más la posesión. Sin embargo, el UCAM no estaba bien atrás y de nuevo quedó en evidencia cuando Brandon logró hacerse con un balón llovido del cielo en el área pequeña y terminó rematando al lateral de la red. Esta acción sacó de quicio a Francisco, que pidió a sus hombres más oficio atrás y más intensidad. Juan Domínguez pudo poner el partido mejor aún para el Mallorca, al rematar en el 22 fuera un balón suelto en el área. Los pitidos comenzaron a aparecer en la grada, que no estaba de acuerdo con lo que estaba viendo sobre el terreno de juego.

El Mallorca, a pesar de que el equipo murciano no estaba muy acertado, optó por contemporizar, con muchos pases horizontales y ninguna verticalidad. Los minutos comenzaron a pasar, pero apenas se creaban ocasiones debido a un juego previsible de unos e infructuoso de otro. Y es que ambos equipos firmaron un pacto de no agresión y se dedicaron a ver pasar los minutos finales del primer acto, entre idas y venidas y pases sin ninguna intención.

El descanso sentó bien al UCAM, más dispuesto y sobre todo mucho más activo y móvil en el segundo acto. Tekio comenzó a formar pareja con Collantes, que cambió de banda con la entrada de Nono por Tito. Basha fue el encargado de rematar un balón despejado por Raíllo que se quedó corto, y el cuero terminó tocando en un defensor y salió a córner. Eran los mejores momentos de los jugadores azulones, que de nuevo en el 51 llegaban al área. Collantes centró atrás y el balón lo sacó Ansotegui. El partido había cambiado y a los once minutos Francisco volvió acelerar más las cosas al meter en el campo a Vicente por Collantes. El técnico del UCAM Murcia buscaba poner más balones a un Jona que apenas tenía opciones.

Salvador, desaparecido

Francisco agotó los cambios y quitó a un Iban Salvador que ayer apenas sacó nada positivo. La entrada de Natalio cambió la posición de los tres de arriba. El UCAM tenía más rapidez en la transición, pero sobre todo más poder combinativo. Natalio y Vicente aportaron la calidad que su equipo necesitaba, aguantando el esférico y dando pases con coherencia, que hacían que terminasen en centros con intención.

El Mallorca había desaparecido y solo quería el paso de los minutos para aguantar el resultado. Y se veía venir. El UCAM empató en el minuto 81. Una falta dentro del área de Company sobre Natalio fue sancionada por el colegiado como penalti y Jona, que no perdona, convirtió la pena máxima. El partido tuvo un final que fue un correcalles. El UCAM quería más y el Mallorca también tuvo alguna opción de hacer daño, pero Biel Ribas, en el descuento, estuvo acertado en un disparo de Angeliño.

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