Borrar
Juande, del UCAM, intenta zafarse de tres jugadores del Valladolid, ante la mirada de Natalio.
Batacazo en plena reacción
SEGUNDA

Batacazo en plena reacción

El UCAM, que regaló dos goles en la primera parte, se quedó con diez tras el descanso. La expulsión de Albizua, justo después de un tiro al palo de Collantes, dejó tocado a un equipo que no había perdido en las últimas cinco jornadas

ANDRÉS CREMADES

Sábado, 18 de febrero 2017, 23:23

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hay días en los que mejor no levantarse de la cama y en los que sale todo al revés. Es la lectura que hace el UCAM del choque de ayer ante el Valladolid, en el que los universitarios no fueron inferiores a su rival y en el que se llevaron un castigo excesivo vistos los méritos de uno y otro equipo. Los de Francisco, pese a encontrarse a las primeras de cambio con dos zarpazos que le dejaron tocado, siempre quiso levantarse y buscar el empate. Es lo mejor que se pueden llevar a la boca los aficionados murcianos: saber que su equipo esta vivo y que desde la llegada del nuevo entrenador se deja hasta la última gota de sudor en cada partido.

Tras los primeros minutos de tanteo en los que el UCAM llevó el peso del choque, el Valladolid se encontró con una jugada de ataque en la que la defensa local falló en bloque. De Tomás, en el segundo palo, empujó a gol. El equipo azulón se repuso del golpe, pero veinte minutos después se encontró con una jugada de José que se convirtió, ante una defensa contemplativa, en el 0-2. Con muy poco, los de Herrera se encontraban con un premio excesivo.

En la segunda mitad el UCAM salió decidido a pelear por el empate. Los primeros minutos fueron muy prometedores. El ataque azulón funcionaba, a pesar de que el conjunto murciano tenía que correr riesgos atrás. Collantes mandó un balón al palo tras una jugada por la banda derecha que acabó con una gran pared de Jona, mientras que solo unos segundos después fue el propio ariete hondureño en el que casi consiguió hacer el 1-2. El golpe definitivo para el UCAM llegó solo minutos después, cuando Albizua tuvo que tirar a un delantero del Valladolid al suelo cuando éste se marchaba solo hacia la portería de Biel Ribas. Además del 0-2, el UCAM se enfrentaba a muchos minutos en inferioridad.

Obra de arte de Jona

No obstante, lejos de bajar los brazos, el equipo de Francisco tiró de casta y orgullo, sobre todo en la parte final del choque, para dejar a sus aficionados un buen sabor de boca. Y a pesar del 0-3 de Michel, conseguido con un disparo seco, lejano y pegado a la base del palo izquierdo de la portería de Ribas, el UCAM encontró su premio con una obra de arte de Jona, que se deshizo de tres defensores y fusiló a Pau Torres.

El equipo que preside José Luis Mendoza demostró, al menos, que está capacitado para desplazarse el próximo fin de semana al estadio Juegos del Mediterráneo a medirse al Almería, en lo que va a ser una de las grandes finales que vivirá el equipo universitario contra un rival directo de la zona baja de la tabla.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios